Revolution Software / Sumo Digital, 2006

LO QUE NOS ENCANTA

1. La trama: la historia es muy interesante, está muy bien contada, y nos atreveríamos a decir que es «adictiva» (la «culpa» la tienen todos esos pequeños giros y sorpresas…).

2. Los escenarios: es fantástico jugar a una aventura con tantos escenarios que explorar. De hecho, para nosotros ese es un elemento clave en las aventuras gráficas, y algo que creemos que debería estar más presente en el propio diseño de las aventuras por parte de los desarrolladores, dado que en el género es esencial el hecho de «descubrir»:  la historia, los lugares, los personajes.

 

3. Los acertijos: sí, nos encanta el truco del «viejo manuscrito codificado». Tenemos que admitirlo: cuando sabes interpretar bien las pistas, descifrar los enigmas es tan satisfactorio…  (aunque muchas veces ¡solo el ordenador sea testigo de nuestro momento de empacho de ego!).

4. La extensión: como ya hemos mencionado en alguna otra ocasión, que un juego te tenga pegado a la pantalla más de unas pocas horas, sin duda contribuye a que uno se sienta involucrado en lo que este plantea. Más allá de por su calidad, ¿alguien duda de que una de las razones por las que todos recordamos las aventuras de nuestra adolescencia son las tardes y tardes que nos pasamos con ellas, como si sus personajes fuesen ya viejos amigos?

LO QUE NOS GUSTA

4. El interface: no tan pulido y útil como podría haber sido… pero un buen intento, sin duda.

5. La banda sonora: emocionante y usada de manera taaan inteligente… ¡Ben McCullough lo ha clavado de nuevo!

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Siempre es reconfortante reencontrarse con nuestros viejos amigos George y Nico, con quienes hemos pasado tantos buenos ratos. Puede que Broken Sword: The Angel of Death no sea la mejor entrega de la saga pero, pese a contar con algunos puzles no demasiado acertados, es un buen juego.

Y ahora que Charles Cecil ha convencido a 14.000 personas para que financien la nueva entrega (¡ha conseguido más de $771.000!) es un buen momento para revisar este nuevo-viejo clásico.

Mientras… ¡quedamos a la espera de The Serpent’s Curse!